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Ayer, 26 de setiembre, tuve la oportunidad de dar una vuelta artística por Miraflores, ya que la Sala Luis Miró Quesada Garland de la Municipalidad de Miraflores, cerraba su exposición “Lima. Transgresión y color”, una incursión del graffiti en lo que llamaríamos un medio formal (?) como es una galería de arte.A menudo se ha tomado al graffiti como una técnica que altera el "ornato" de la ciudad, afortunadamente hay quienes se esfuerzan porque el signicado cambie a través de paredes convertidas en lienzos que derrochan colores y nos remiten al lado curioso, diferente, hasta onírico, de nuestro querido monstruo de cemento. Haciendo suya esta propuesta, Ente (Edwin Higuchi), Pésimo (Joan Jiménez), Naf y Seimeik, junto con el respaldo del curador Jules Bay, propusieron con aerosoles, pinceles y brochas el cambio de un espacio que suele servir como soporte (paredes) a actuar como mediaciónes del arte en sí mismo para que, junto a una serie de esculturas, representen su visión de la ciudad.
Es bastante interesante apreciar como es que el arte urbano se abre cada ves más espacios que antes no tenía. No solo hablando en términos de galerías, sino en los diversos objetos que usa para difundirse además de las calles como las zapatillas, cuadros, webs, etc. Acá comparto un poquito de lo que fue. Nos leémos.







